DEMASIADA TRISTEZA

Me asaltan los miedos. Me lleno de dudas y de un presente y un futuro desoladores. La tristeza llega, la depresión de expande y me hace pasarlas canutas; a veces es muy intensa. Lloro por nada y en los momentos más inesperados. Tengo que tener cuidado para que no me sobrepase mientras voy por la calle.


Espero. Esperar sin esperanza.
Sé que esto dura unos días. Aguanto fijando mi atención en otras cosas. Antes o después pasa, se va, se disuelve. Vuelven la normalidad y cierta alegría. De nuevo estoy libre de la oscuridad y el dolor.