Para empezar, para situarnos y antes de ponerme a contar nada , tengo que mostrar una foto del protagonista de esta publicación, o sea Cayetano
Martínez de Irujo.
Cayetano Martínez de Irujo es uno de los seis hijos de la fallecida
y célebre Duquesa de Alba, que es conocido por eso de ser “hijo de...”, jinete
olímpico y un playboy de la alta alcurnia, es decir, la clase de personaje al
que yo nunca habría prestado atención si no llega a ser porque la pasada
noche del jueves 5 de julio, me crucé con un programa televisivo de
verano titulado Lazos de Sangre.
Este programa que, me pilló por sorpresa porque yo casi
no veo la tele y no tengo ni idea de lo que emiten, está dedicado a las
familias más famosas y con más solera de nuestra querida España, y consiste primero en poner un reportaje documental muy bien elaborado sobre la familia en
cuestión, y luego en dar rienda suelta a las opiniones generadas por lo visto y oído por varios tertulianos.
En este
caso la estirpe protagonista de la emisión iba a ser la aristocrática Casa de Alba,
centrándose sobre todo en la figura de la inefable Duquesa Cayetana.
Como siempre me ha interesado mucho el mundo del Arte y sé
que Cayetana custodiaba el valioso patrimonio cultural de la familia, hacía pinitos artísticos
y labores de mecenazgo, me puse a ver el documental con el fin de enterarme de
cosas relacionadas con este asunto pero, ¡ay sorpresa mía!, que el programa iba
a estar dedicado a intentar hacer un retrato total de la Duquesa en el que personas
muy allegadas hablaban sin tapujos de ella, lo cual incluía a dos de sus seis
hijos: Carlos y Cayetano.
El striptease emocional de Cayetano de Alba
No sé qué ocurrió al ponerme a ver aquello pero podría tacharlo de hipnótico. Fue increíble oír hablar a sus hijos de la manera que lo
hicieron tan sentida, sincera, inédita y hasta a veces casi indiscreta sobre la Cayetana madre.
Sentí mucho lo que dijo su hijo Carlos, pero aún más sentí lo que contaba
Cayetano; nunca pensé que alguien que me parecía un pijo altivo y estirado pudiera impactarme tanto a nivel emocional. Al hablar de la Duquesa como madre,
utilizaba expresiones como implacable, emperatriz, no lo soporté más, destrozo
emocional... La señora que, era perfecta en sociedad y parecía tener una vida
extraordinaria y envidiable, era una madre indiferente, insensible y
inhumanamente exigente con sus hijos. Según Cayetano –ella no se enteraba de
nada de lo que les pasaba porque siempre estaba fuera del palacio haciendo de Duquesa de
Alba-. El hombre comentaba esto al hilo de lo que relataba sobre las implacables y
dictatoriales niñeras que habían tenido (que hasta les pegaban con varas), y que
les trataban como si estuvieran en un cuartel, fueran soldados o algo así.
Yo no tuve una niñera dictadora, pero sí a mi padre que valía
por veinte malditas niñeras de ese estilo.
Cayetano Martínez de Irujo contaba todo muy afectadamente y añadiendo
–ya puedo hablar de esto sin echarme a llorar-. Con voz que a veces parecía que se le iba a cortar, relató cómo él y sus hermanos fueron los últimos en
enterarse de que su padre había muerto cuando ya toda España lo sabía, la
manera tan fría de enterarse del fallecimiento y que no les dejaron
despedirse de él; hechos que sucedieron cuando contaba ocho años de edad.
Me sentí tan identificada cuando aludía al destrozo
emocional que le había causado su infancia… lo poco integrado que se sentía en
el ambiente familiar, lo duro que le había resultado salir adelante con todo el
resentimiento, los reproches no expresados, las carencias afectivas, la falta
de entendimiento… De verdad que daban ganas de lanzarse a él, abrazarle y decirle
algo así como –cuánto siento que te pasase todo aquello-. En última instancia
hubiera sido como abrazarme a mí misma, ¿no? De vez en cuando tuve la sensación de que me estaba oyendo hablar a mí a través de él.
No especificaba cuánto tiempo de terapia psicológica tuvo que
hacer para paliar los problemas emocionales que le provocó en su edad adulta
todo aquel galimatías que se le formó de crío y adolescente, pero se notaba que
debieron ser bastantes e intensos.
Quién me iba a decir a mí que alguna vez podría sentirme
reflejada en las confesiones de lo que yo consideraba un pijo estirado y
altivo sin nada que decir...
Más allá del puro cotilleo, el documental es francamente
interesante consiguiendo mostrar a una Cayetana de Alba casi picassiana :
rebosante de facetas, cultura, frivolidad, ternura, repelencia, viajes,
altruismo, muertes, Arte… En verdad que era una tipa curiosa y fascinante que vivió una
vida fuera de lo común; un personaje de esos que parecen existir sólo en las
novelas o las películas. Por cierto, ella adoraba el cine y conoció a grandes y
legendarias estrellas del celuloide ¡en su luna de miel!, jajajajajaja.
Por si a alguien le apetece echar un vistazo al programa sobre la asombrosa y centenaria estirpe de la Casa de Alba, su patrimonio cultural
valorado en más de tres mil millones de euros, y alucinar de paso con el emotivo
destape emocional sin complejos de Cayetano Martínez de Irujo (de verdad que el tío da
una lección de sinceridad), dejo aquí el enlace que lleva al reportaje de poco más de una hora de duración Lazos de Sangre-Saga Alba
julio 2018