Estoy intentando alcanzar un punto Zero, un espacio más allá del vacío y del rencor; un lugar en donde las penas aminoren hasta hacerse casi inexistentes y en el que, de una vez por todas, el pasado ya no sea ni siquiera un recuerdo vago, lejano, difuminado...
Es difícil alcanzar el punto Zero cuando aún tienes demasiadas cosas pululando
por la cabeza hasta casi desquiciarte de tanto en tanto.
por la cabeza hasta casi desquiciarte de tanto en tanto.
A poco más de 24 horas para que dé comienzo un nuevo año, empiezo a dar vida (si es que puede llamarse así) a un espacio personal que quizás sea el reflejo de algo que también estoy intentado hacer por dentro. Puede que esto resulte terapéutico, ya que casi no tengo a nadie con quien hablar de mis neuras.
Encontré esta imagen y me gustó. A veces yo también me siento así de fuerte y atrevida.
30 diciembre 2017