Solo nos conocíamos de vista, de vernos por el barrio. Yo le gustaba y él me gustaba, pero aún así no logramos estar juntos. ¿Os ha pasado esto alguna vez? Es bastante frustrante 😞
Estos pensamientos poéticos van dedicados a J, a mí y a lo que no pudo ser aunque, a nuestra manera, lo intentamos. Dicen así:
Saliste a ganar.
Nadie juega para perder.
Saltasté y salté de mi mano
sin peligro, con rumbo
y con todo por vivir.
No conozco a nadie
que se atreva a ser tan valiente,
pero tú y yo lo fuimos
sin corona de laurel esperándonos
y sin miedo a lo que pudiera suceder.
Si alguien nos hubiera pedido que esperásemos
ninguno de los dos lo habría hecho
porque ya no queríamos esperar;
necesitábamos la renuncia y el deseo,
solo así podríamos colmarnos;
y nos lanzamos al vacío
seguros de que aterrizaríamos
en un lugar mejor.
Nada sabíamos
de que lo inmóvil prevalecería
ni que no habría recompensa
por tanto valor.
Nadie entenderá
cómo las miradas pueden engañarnos
y precipitarnos hacia algo prometedor
que acaba siendo un espejismo en el asfalto.
Y es que nuestros ojos nos lo prometían todo
pero la realidad no nos dio nada.
Quién diría al vernos
que lo intentamos
y que fuimos las personas más valientes del mundo
en medio del verano.
Estos pensamientos poéticos van dedicados a J, a mí y a lo que no pudo ser aunque, a nuestra manera, lo intentamos. Dicen así:
Saliste a ganar.
Nadie juega para perder.
Saltasté y salté de mi mano
sin peligro, con rumbo
y con todo por vivir.
No conozco a nadie
que se atreva a ser tan valiente,
pero tú y yo lo fuimos
sin corona de laurel esperándonos
y sin miedo a lo que pudiera suceder.
Si alguien nos hubiera pedido que esperásemos
ninguno de los dos lo habría hecho
porque ya no queríamos esperar;
necesitábamos la renuncia y el deseo,
solo así podríamos colmarnos;
y nos lanzamos al vacío
seguros de que aterrizaríamos
en un lugar mejor.
Nada sabíamos
de que lo inmóvil prevalecería
ni que no habría recompensa
por tanto valor.
Nadie entenderá
cómo las miradas pueden engañarnos
y precipitarnos hacia algo prometedor
que acaba siendo un espejismo en el asfalto.
Y es que nuestros ojos nos lo prometían todo
pero la realidad no nos dio nada.
Quién diría al vernos
que lo intentamos
y que fuimos las personas más valientes del mundo
en medio del verano.
Fuimos héroes sin alas, sin traje ajustado,
sin poderes más allá de nosotros.
No llevábamos escudos ni protecciones
porque no había nada que temer,
pero la vida se nos fue
en pedazos que resplandecieron un instante
y luego se apagaron,
y hasta hoy no hemos podido comprender qué sucedió.
Nadie hablará de lo nuestro cuando hayamos muerto;
ni el barrio que no supo nunca de nuestra intensidad,
ni el cielo que observaba mirando para otro lado.
Tú y yo fuimos los héroes del silencio,
la lágrima entre las sombras,
el perdón de los pecados
y la espera eterna Amén,
y apenas se sabrá de nosotros,
mientras estemos vivos,
que nos deseamos en la distancia,
que nos escocimos en la retaguardia,
que soñamos banalidades de lujuria y gloria
de calle llena o vacía.
¿Puedo ahora acercarme a ti sin que huyas,
sin que el corazón me lata fuerte?
Fuimos héroes, héroes por un día.