¿Eres tú quien sabe dónde está mi alma perdida y mis versos desamparados?
¿Eres tú el que me encontró dormida mientras una manada de lobos se afanaba en acurrucarme? ¿Y la simiente que se perdió bajo el hechizo de la luna que cantaba como agua de mayo? ¿Eres tú?
¿Eras tú el que susurraba el nombre de nadie bajo las sombras?
¿Fuiste tú quien conocía mi alma antes de hacer las presentaciones?
¿Sabías que hay algo descarnado y cruel vibrando en cada vida?
¿Serás quien tiemble y se asome cuando mi corazón no grite tu nombre?
¿Eras tú el que susurraba el nombre de nadie bajo las sombras?
¿Fuiste tú quien conocía mi alma antes de hacer las presentaciones?
¿Sabías que hay algo descarnado y cruel vibrando en cada vida?
¿Serás quien tiemble y se asome cuando mi corazón no grite tu nombre?
Admite que hay un verso desencantado en cada una de tus miradas, y una voz descreída de todo
que ya no sabe si calla o si habla.